Y llego el día!!!!!!!

Con muchos temores enfrenté el desafío de desarrrollar el proyecto en sí.
El primer día que entre a la Fundación

no sabía que sucedería, ¿SE SENTIRAN COMODOS LOS NIÑOS CON NUESTRA PRESENCIA?, ¿NOS RESPETARAN?, ¿LES AGRADARÉ?, ¿SE CUMPLIRAN MIS OBJETIVOS?
Este temor en corto tiempo se fué perdiendo y poco a poco los pekes y yo nos fuimos desenvolviendonos super bien, el primer paso fué ayudarlos con sus tareas y así minuto a minuto sentía que los conocía de toda una vida. Ellos me contaban sin ningún problema todas sus cosas (Y A MI QUE ME CUESTA UN MONTON CONTARLE ALGO A ALGUIEN)

Ese día fué muy gratuficante.
El ser participe en la construcción de una sonrisa en los rostros de esos niños me llena de orgullo, me convense cada día más que elegí el camino correcto para desempeñarme a futuro.